Cuaderno de la comunicación política canaria (I): El comunicador versátil

Cuaderno de la comunicación política canaria (I): El comunicador versátil

Con las elecciones a la vuelta de la esquina, vamos anotando en nuestro particular cuaderno de campo impresiones y reflexiones en torno a la comunicación de los líderes y partidos políticos en Canarias. El material es abundante así que como en los antiguos folletines vamos a mostrarlo por entregas a través de varios post.

Para empezar, un adagio que imponen las nuevas tecnologías: Si escribe en las redes sociales, evite las faltas de ortografía. El apunte no es nuestro, sino del PSOE a sus candidatos a las próximas elecciones, que saben que a partir de ahora escribir “consejal” en lugar de “concejal” puede echar por tierra su imagen y su discurso. No es un consejo baladí por mucho que nos parezca de sentido común, igual que no lo son el resto que incluye el partido en un decálogo semejante al  que estarán repartiendo el resto de partidos entre sus aspirantes.

Comunicar es, para los candidatos políticos, como correr para las cebras: vital. Sobre todo en los procesos electorales en los que se sobreexponen ante el electorado. Sin embargo estamos ante un medio nuevo para buena parte de ellos, por mucho que Obama haya demostrado la rentabilidad de las redes sociales hace ya una eternidad, en términos comunicativos.

Los partidos de todo signo y presupuesto se devanan estos días los sesos para lograr comunicar su programa o al menos tener presencia pública, y la Red tiende a igualar las posibilidades de los grandes y los pequeños para llegar al ciudadano y transmitirle confianza.  Pero lo que ahorran las redes sociales en dinero lo exigen en tiempo para mantener el canal “caliente” y lograr la rentabilidad de la acción, porque no basta con tener una página y poner en Facebook que sabes hacer paellas. Cada medio exige unos códigos que los candidatos, en muchos casos, van a tener que aprender a marchas forzadas.

Será por la reducción de presupuestos, o porque están mal vistos los dispendios electorales en épocas de crisis o simplemente porque los códigos de la comunicación social han cambiado a toda velocidad, pero muchos le están echando imaginación a esa necesidad de llegar a los ciudadanos, que no se satisface sólo con vallas electorales. Sirvan algunos botones de muestra. Un candidato de CC emplea dos horas diarias a atender un teléfono al que los electores le pueden llamar personalmente, la Alternativa Sí se puede anuncia “micromítines” en la calle de cinco minutos que incluyen actores o músicos, y en el PP buscan su espacio incluso luciendo palmito en chándal o en bañador. Esto nos lleva a plantearnos si, al margen de la pirotecnia, existe una inversión real en el valor de la comunicación entre los candidatos canarios.

Así que echemos un vistazo aquí en las Islas, aunque muy somero. ¿Se observa el mismo esfuerzo didáctico en habilidades comunicativas personales que el que emplea en torno a Facebook o Twitter? Nuestra respuesta es que ese esfuerzo existe en los “primeros espadas” de los partidos con representación pero, salvo excepciones, se limita a ellos. Sin embargo las exigencias comunicativas aumentan.  Por ejemplo ante los nuevos formatos de mítines que  obligan a los candidatos a salir de su “zona de comodidad”, generalmente posicionada detrás de un atril, y les sitúan en el centro del escenario, sin apenas interferencias visuales. El aspirante “desnudo” frente a su público, como un actor. Muchas presentaciones electorales han adoptado esta dinámica de foro, en la que el orador se mueve a lo largo de un escenario y que exige de éste un mayor dominio del espacio, y por lo tanto mayores recursos expresivos.

Cada situación exige un código comunicativo específico, por lo que además se requiere de los aspirantes versatilidad para adaptarse a públicos y circunstancias diferentes.  No se emplean las mismas claves en una visita a un mercado, en contacto directo con el público, que en un plató de televisión. No funciona el tono de un mitin en un pabellón de deportes si lo trasladamos a un desayuno sectorial.  Aunque el objetivo es el mismo el entorno requiere técnicas distintas.

Así que nos proponemos observar esas técnicas en los candidatos con representación.  Les invitamos a “deconstruir” a los candidatos canarios para mostrar sus fortalezas y debilidades comunicativas y su adaptación a las nuevas tendencias.  Dejaremos la estrategia y el contenido de los mensajes a los expertos en estrategia electoral para centrarnos en las habilidades comunicativas a través del lenguaje no verbal y el tono de los discursos entre otros aspectos.

A modo de adelanto diremos por ejemplo que  en el PP es un alumno aventajado en esta lides José Manuel Soria que maneja especialmente bien el movimiento de las manos, envolvente y sin aspavientos, y en el que solo echamos en falta un gesto más afable para lograr una mayor empatía con sus electores.   En el actual presidente Paulino Rivero observamos una gran capacidad de modular su discurso a las inquietudes de los ciudadanos, de manera que consigue hacer comprensible su programa adaptando su lenguaje a su auditorio. El efecto sería mayor si mostrase más registros en su lenguaje corporal y mayor expresividad en el rostro. Por contra ,en el candidato socialista al Parlamento  José Miguel Pérez, encontramos en la expresividad del rostro uno de sus fuertes,  pero acusa, en nuestra opinión, un tono de voz en sus alocuciones que tiende a una cierta monotonía.

Sea como fuere la versatilidad es una exigencia cada vez mayor a medida que se diversifican los entornos comunicativos. Así que vamos a profundizar  en cómo se traduce esa versatilidad en los principales aspirantes electorales en las Islas.  (Continuará…)

 



Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información

ACEPTAR
Aviso de cookies

Send this to a friend